Caracas, 7 may (Prensa Latina) El veterano de la Armada estadounidense Airan Barry confirmó hoy los planes de asesinar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, como parte de los objetivos de la fallida incursión terrorista del 3 de mayo último.
En rueda de prensa desde el Palacio de Miraflores (sede del Ejecutivo), el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, presentó el testimonio del mercenario norteamericano, uno de los 23 irregulares capturados hasta la fecha por las fuerzas armadas y los órganos de seguridad tras el fracasado intento de infiltración.
Barry confirmó sus vínculos con el contratista militar Jordan Goudreau, propietario de la empresa de seguridad SilverCorp USA, quien firmó un contrato millonario con el dirigente opositor Juan Guaidó para fijar los términos de la incursión terrorista, de acuerdo con evidencia documental y declaraciones de varios de los implicados.
Señaló que prestó asesoramiento en tácticas de combate urbano en los campamentos de enclavados en Colombia, donde se encontraban entre 50 y 60 paramilitares bajo el mando del desertor venezolano Antonio Sequea, quien participó activamente en el intento de golpe de Estado del 30 de abril de 2019 liderado por Guaidó.
Asimismo, Barry confesó que ya en Venezuela debía apoyar las operaciones para tomar el aeropuerto internacional Simón Bolívar, lo cual garantizaría el ingreso de aviones que trasladarían a Estados Unidos al mandatario Nicolás Maduro.
Aseveró que el objetivo de toda la misión consistía en asesinar al jefe de Estado venezolano, en una operación amparada y con apoyo logístico y material de los gobiernos de Estados Unidos y Colombia, de acuerdo con testimonios y evidencias aportadas por el Ejecutivo bolivariano.
Las declaraciones de Barry coinciden con las aportadas por su compañero de armas Luke Denman, también en poder de las autoridades venezolanas.
Resulta inverosímil que esta operación, la cual implicaba la captura de un aeropuerto para permitir el ingreso de aviones extranjeros, pudiera realizarse sin la coordinación con los gobiernos de Estados Unidos y Colombia, aseveró el ministro Jorge Rodríguez.